La idea de la fototerapia llegó a mí durante la pandemia en 2020. En ese momento, estaba atravesando una crisis personal y buscaba nuevas bases.
Una amiga, que es fotógrafa, me propuso apoyarme con una sesión de fotos. Logró mostrarme mi belleza incluso cuando estaba triste. Todavía disfruto viendo esas imágenes. Me llenan de confianza.